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PREPARAR UNA VIVIENDA PARA SU VENTA. HOME STAGING

Consejos prácticos para que tu vivienda sea irresistible

Actualmente el mercado inmobiliario ofrece muchísimas oportunidades para alquilar o comprar una vivienda con un rango de precios variado con diferentes calidades y estilos constructivos. La competencia es realmente feroz a la hora de vender, y aunque el precio de venta es uno de los factores más determinantes, hay otros elementos que también intervienen en las decisiones del futuro comprador o inquilino, y aquí, es cuando entran en juego diferentes técnicas con la intención de acelerar el proceso de venta de un inmueble.

Como ocurre con otras decisiones que tomamos en la vida, a la hora de que comprar una vivienda la primera impresión es la que cuenta. Una entrada acogedora puede hacer que la persona se enganche con la casa, puede provocar esos «no necesito ver más» o «ya me enamoré» tan esenciales en la negociación de la transacción. Es por eso que debemos invertir tiempo en acondicionar la vivienda para impresionar a los visitantes desde el primer momento.

La primera premisa que debemos considerar, es que cuando una persona entra en una casa para comprarla no le gusta que el hogar parezca de otra persona, por lo que todas nuestras actuaciones estarán orientadas a neutralizarla y despersonalizarla, así el futuro inquilino se podrá “imaginar” viviendo en ella. Y es que buscar una vivienda es un proceso racional, pero también emocional.

Para ello, debemos retirar el exceso de objetos y especialmente los que sean demasiado personales, como fotos familiares, souvenirs, manualidades, objetos religiosos, los que tengan que ver con política o con equipos deportivos. Las estanterías deberán verse vacías, al igual que las mesas y cómodas. Se deben retirar los elementos antiguos, como aquella butaca a la que le tenemos tanto cariño por la implicación sentimental que conlleva, pero que ninguna otra persona valorará. Si es posible, pondremos flores frescas, las sábanas serán claras, las persianas estarán abiertas y la casa preparada para recibir a sus nuevos propietarios.

Veamos con más detalle las técnicas que se deben usar para acondicionar la vivienda a sus futuros inquilinos:

Limpieza

La limpieza es una tarea que resulta muy efectiva, especialmente si se tiene cuenta que su coste es relativamente pequeño. Es por ello que deberemos aplicarla hasta en el último rincón de la vivienda, y no dejarnos rincones como detrás de la nevera, cristales, raíles de las ventanas, campana extractora, juntas de los suelos, baldosas, horno. Deberemos asegurarnos que todo esta impecable.

También es importante cuidar el olor de la casa: hay que eliminar el tabaco, el olor a comida o a animales. Lo mejor es emplear ambientadores con olores suaves.

El cuidado y la pulcritud se ha de percibir desde la entrada al edificio o a la casa hasta el lugar más alejado de la misma. Si hay jardín se debe ver cuidado, las terrazas estarán ordenadas, el buzón reluciente y sin correo o publicidad que pueda sobresalir (recordemos la importancia de despersonalizar). La puerta y el felpudo limpio, y el timbre y el portero electrónico en perfecto funcionamiento.

Puesta a punto general

Debemos asegurarnos de que todo funcione, que los grifos abran y cierren correctamente, que las persianas suban, que los interruptores enciendan las luces, que las cortinas se abren con facilidad, que todas las lámparas tengan bombillas en funcionamiento. Si lo consideramos conveniente arreglaremos las paredes y los suelos. En nuestra mente debemos tener prefijada la idea de que “cada percepción negativa debido al mal funcionamiento en algún elemento se convierte en un potente motivo de descuento.”

Mejora

En ocasiones con una inversión pequeña, podemos hacer grandes mejoras en la imagen de la propiedad. Retoques como una mano de pintura, puede ser la diferencia entre la percepción de un piso nuevo a uno antiguo. Si pintamos, optaremos por tonos claros, que aportan luminosidad y regalan percepción de espacio.

Cambiaremos los elementos que se vean antiguos como apliques, interruptores, pomos, grifos. Estos detalles restan categoría a la vivienda. Encerar los suelos es también una manera económica de mejorar lo visual.

Nos aseguraremos de que todos los interruptores y bombillas funcionan. Usaremos bombillas que aporten intensidad y tono adecuado a cada estancia. Las luces de led’s nos permiten cambiar el tono de iluminación a bajo coste, dando más calidez para hacer una estancia más acogedora. Si lo consideramos oportuno, añadiremos lámparas en zonas puntuales de la casa.

Ventilación

Algo sencillo pero fundamental.

Un inmueble se debe ventilar con anterioridad a la visita, durante un mínimo de 15 minutos. Si es verano y la vivienda dispone de aire acondicionado, lo encenderemos media hora antes de la visita y en invierno hay que debemos hacer lo mismo con la calefacción. El objetivo es que el potencial comprador se encuentre con una temperatura agradable y se sienta cómodo.

La primera impresión al entrar en la vivienda ha de ser acogedora y hogareña. Detalles como un buen ambientador, la preparación de café momentos antes de la visita o un bizcocho en el horno, suelen ser buenas soluciones para conseguir este efecto.

Recibidor

Es la primera imagen que tendremos de la vivienda, la que nos invitará a entrar con más o menos ganas. La entrada debe estar despejada, sin abrigos colgando ni zapatos a la vista.

Salón

Para darle la máxima amplitud, despejaremos todos los elementos posibles (juguetes, mantas, ropa), intentando que queden el menor número de muebles. Si es posible, las cortinas preferentemente han de ser claras y transparentes, para dejar entrar la luz natural. Todo debe estar recogido y con pocos objetos sobre los muebles, sin exceso de cuadros en las paredes y lo más impersonal posible (sin fotografías, objetos religiosos, o cualquier referente a fútbol o política).

Si el sofá es viejo y no podemos cambiarlo, se debe cubrir con unas fundas nuevas de un color neutro.

Jugaremos con la iluminación para crear ambientes cálidos, encenderemos las lámparas y si podemos, pondrenos alguna lámpara para crear distintos ambientes.

Dormitorios

Aplicaremos la misma tónica en las habitaciones, manteniendo el menor número de muebles y retirando todos los objetos que se puedan. Si es posible los guardaremos en cajas y estas en los trasteros, al menos durante las visitas. Las camas deberán estar bien hechas, recordemos la importancia de colores claros y neutros en colchas o edredones, y si es posible acompañaremos de cojines, cuadros y lámparas discretas. Retiraremos todos los objetos personales (juguetes, posters, fotografías). Las cortinas si es posible, deberán tener colores claros y neutros para permitir el paso la luz. Los armarios estarán perfectamente organizados, la ropa doblada, los zapatos recogidos en cajas y la ropa de fuera de temporada guardada y preparada para la mudanza.

Cocina

La cocina es el corazón de una casa. Deberá estar absolutamente impecable. La vajilla lavada y recogida, los paños limpios, la encimera sin objetos o electrodomésticos excepto algún detalle o planta. La sensación que nos provoque al verla debe ser como las que nos produce las cocinas de las revistas. Retiraremos jabones, esponjas, licuadoras, papeles e imanes de la nevera y todos los elementos que se encuentren sobre el mármol.

Es muy importante que esté muy bien iluminada, prestando mucha atención a bombillas, fluorescentes y ojos de buey y que no haya ninguno fundido, estos pequeños detalles suelen marcar la diferencia.

Baños

Los baños han de brillar, como si de nuevos se trataran. Las toallas bien plegadas y haciendo juego entre ellas y al ser posible, con los alicatados. El espejo estará reluciente y la iluminación abundante. En estas estancias es fundamental que huela a brisa marina o a flores frescas (efecto que conseguiremos con ambientadores o con un ramo de flores naturales).

Eliminaremos todos los elementos del mueble lavamanos, sobretodo el exceso de botes de jabones, cremas, cepillos de dientes, cuchillas. Debemos pensar que los elementos de un baño son de lo más personal que existe en una casa, ya que están en contacto directo con las personas que la habitan.

Y siempre son bien recibidos los detalles en algún rincón, como poner en la bañera unas velas o una planta que aporten calidez y sensación acogedora a la estancia.

Zonas exteriores

Terrazas y jardines deben estar cuidados y ordenados, ya que son un punto de atracción muy importante. Es aconsejable eliminar trastos y recrear algún ambiente. La circulación ha de ser fácil y fluida (evitando el exceso de sillas, o muebles de jardín). Si el tiempo lo permite, la mesa estará preparada con platos y copas y algún detalle floral, para contribuir a la creación el efecto deseado.

Mascotas

Las mascotas nunca deben estar presentes en las visitas (pensemos que existen personas con fobias o alergias y la presencia de mascotas nos arruinarían la visita). Así que una visita es el momento ideal para sacar a pasear a nuestras mascotas, y ya que salimos, la basura también ha de retirarse antes de la llegada de los clientes, incluso en el caso de de que la bolsa no esté llena. Si la realidad no permite que sigamos todos estos consejos, deberemos intentar cumplir con el mayor numero de ellos. Hemos visto que algunos tienen bajo coste y que en cambio, harán que la visita pueda ser mucho más acogedora.

«Hagamos que la visita sea un éxito.»